Les recomiendo dos películas de crimen que se encuentran disponibles en Netflix. “Shot Caller” (“El maestro del crimen”) es una película que se estrenó el año pasado y ha adquirido un gran seguimiento a pesar de poca publicidad, mientras que “Small Town Crime” se estrenó en enero de este año.
“Small Town Crime” (Eshom e Ian Nelms, 2018) es la historia de Mike Kendall, un alcohólico
policía de una ciudad pequeña que fue despedido tras un trágico incidente.
Perdido en un ciclo eterno de alcoholismo, su suerte cambia cuando rescata a
una joven a la que encuentra atropellada en la carretera. Kendall entonces
cambia su nombre a Jack Winter y ofrece sus servicios como investigador privado
al abuelo rico de la joven, eventualmente revelando una conspiración de
extorsión y asesinato que termina por amenazar a la familia de Kendall. “Small
Town Crime” contiene un humor irónico y la atinada decisión de tratar cada
momento y giro de tuerca de manera realista. La actuación protagónica del
siempre confiable John Hawkes nos revela un hombre decente aprisionado por su
adicción y sus malas decisiones. Un buen reparto que incluye a Octavia Spencer,
Anthony Anderson, Clifton Collins Jr. y Robert Forster, la ágil dirección de
los hermanos Nelms (los tiroteos son eficientes y realistas) y un buen
soundtrack aderezan esta entretenida historia de un detective privado de pueblo
chico.
Por otra parte, “Shot Caller” (Ric Roman Waugh) narra la desafortunada historia
de Jacob Harlon (Nikolaj Coster-Waldau), un inversionista bancario que es
enviado a prisión tras un desafortunado accidente que le cobra la vida a su
mejor amigo. Advertido por su abogado de que en la cárcel debe darse a respetar
desde el primer momento, la determinación e instinto de supervivencia de Harlon
lo obligan a unirse a una temible pandilla afiliada a la Hermandad Aria. La
historia está narrada en dos líneas de tiempo: una que cuenta la transformación
del blandengue banquero en un pandillero temible, y la otra situada en los días
después de su liberación de la cárcel, plenamente transformado en el musculoso,
tatuado y despiadado “Money”. El trabajo
de Coster-Waldau es excelente, hábilmente mostrando la transformación de su
personaje, quien decide entrar de lleno en el bajo mundo criminal con tal de
proteger a su familia, con la que decide cortar relaciones para que puedan
seguir adelante. Aunque hay elementos de la película que no son contados de
manera completamente clara, y algunos detalles sobre la personalidad de Harlon
no son exploradas de manera propiamente profunda, “Shot Caller” es, aun así,
una película intensa de la que no se puede despegar y que contiene escenas de
violencia brutal que cortan el aliento. “Shot Caller” tiene buenas similitudes
con “Breaking Bad” y la excelente “Brawl In Cell Block 99”, y con está conforma
una buena dupla de películas sobre el infierno penitenciario en Estados Unidos
y las circunstancias burlonamente trágicas que orillan a hombres decentes e
inteligentes a convertirse en villanos. Lake Bell, Jon Bernthal , Emory Cohen y
otros completan un sólido reparto secundario.