lunes, 29 de abril de 2019

Avengers: Endgame (Joe y Anthony Russo, EUA, 2019)



El último capítulo de una de las aventuras narrativas más ambiciosas de la historia después de veintidós películas en once años, Avengers: Endgame es una montaña rusa de emociones y un logro impresionante, que ata los cabos de diferentes películas para un resultado satisfactorio en todos los aspectos. En cierta medida, es hasta curioso que demos por sentado la existencia del Universo Cinematográfico Marvel, tomando en cuenta la increíble empresa que resultó y, más importante, la increíble calidad de la obra en su totalidad al contar una historia serializada con personajes que se desarrollan de manera orgánica y profunda a lo largo de diversas películas a pesar de las diferencias en cuanto a libretistas y directores, sin mencionar que, a pesar de la idea falsa de la supuesta similitud de la mayoría de las cintas, diferentes tonos y matices.

Avengers: Endgame cuenta el fin de una era tras un cataclismo apocalíptico. La mitad del universo ha sido evaporado por el Titan Loco, Thanos, tras chasquear sus dedos con la ayuda de las Gemas del Infinito. Su intención de restaurar un balance en el universo para que pueda prosperar con este exterminio universal no ha sido exitosa. Mientras él vive sus días retirado en una granja, planetas como la Tierra se encuentran en un estado de descomposición y trauma social. Después de una increíble secuencia que cierra una parte de la historia, saltamos cinco años en el futuro y vemos como las personas luchan para salir adelante. El capitán Steve Rogers lleva a cabo sesiones grupales para sobrellevar el duelo y salir adelante; Natasha Romanoff coordina a los Vengadores sobrevivientes (incluyendo a Carol Danvers y Rocket Raccoon) para pacificar el universo; Tony Stark se ha retirado y asumido una vida familiar. Algunos viven vidas más oscuras, como Clint Barton, que ahora se ha vuelto un brutal justiciero que asesina a criminales para crear su propio balance, pues estos hombres viven y su familia no.

Es en este mundo nuevo, desolado y caótico, en donde una pequeña esperanza surge, gracias a una fatalidad cósmica (vislumbrada por el Dr. Strange en uno de sus 14 millones de escenarios) por parte de Scott Lang y sus experiencias en el reino cuántico. Es a través de una aparentemente descabellada idea a través de la que los Vengadores restantes (incluyendo también a Nebula, War Machine, Bruce Banner y un Thor destrozado por la culpa y el fracaso) buscaran arreglar lo que no pudieron salvar en su momento. Pero pagarán un precio temible, repleto de sacrificios y momentos que terminarán por definir el auténtico valor de sus personas.

Un final perfecto para la saga, Avengers: Endgame utiliza su propia historia como escenario final. En cierta medida, esta película es la que mas se siente como ver un comic en vivo, tanto por el concepto de su trama como por su desarrollo como por ciertos elementos visuales que le resultaran familiares a todos aquellos que crecimos durante los 80’s y 90’s con sus sagas épicas y grandes desenlaces. Pero, aunque el espectáculo es impresionante, Avengers: Endgame triunfa en sus momentos íntimos (que superan en cantidades a los de acción), momentos en los que vemos a personajes a los que queremos, estimamos o empatizamos enfrentarse a tremendas encrucijadas. El final del trayecto de los personajes, héroes y villanos, es conmovedor de diferentes maneras. Los hermanos Russo siempre fueron, a mi parecer, los mejores directores y narradores para la saga de Marvel, los que mejor comprendieron a sus personajes y que pudieron desarrollar una auténtica dimensión humana dentro de esta combinación de cine de acción con opera espacial y thriller político. 

Puedo decir verdaderamente que es su totalidad es una obra bien lograda, y supera los logros de otras sagas cinematográficas de muchas entregas, incluyendo Star Wars. No puedo decir mayor cumplido que ese.

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